STANFORD – Tras una década de crecimiento ilimitado (cuando parecía que nacía un milmillonario nuevo cada día), malos tiempos llegaron para la industria tecnológica. La conducta errática de Elon Musk después de la compra de Twitter ha dejado a la apalancada red social en situación precaria. La repentina caída de la plataforma de intercambio cripto FTX vaporizó una firma que hace poco valía 32 000 millones de dólares, y se llevó consigo a muchas otras criptoempresas. Meta (Facebook) decidió despedir a 11 000 empleados (el 13% de su plantilla), y Amazon va a descartar 10 000.
STANFORD – Tras una década de crecimiento ilimitado (cuando parecía que nacía un milmillonario nuevo cada día), malos tiempos llegaron para la industria tecnológica. La conducta errática de Elon Musk después de la compra de Twitter ha dejado a la apalancada red social en situación precaria. La repentina caída de la plataforma de intercambio cripto FTX vaporizó una firma que hace poco valía 32 000 millones de dólares, y se llevó consigo a muchas otras criptoempresas. Meta (Facebook) decidió despedir a 11 000 empleados (el 13% de su plantilla), y Amazon va a descartar 10 000.