From semiconductors to electric vehicles, governments are identifying the strategic industries of the future and intervening to support them – abandoning decades of neoliberal orthodoxy in the process. Are industrial policies the key to tackling twenty-first-century economic challenges or a recipe for market distortions and lower efficiency?
La censura a los medios impuesta por la junta militar de Birmania en cuanto a su decisión de ceder su turno como Presidente de la Asociación de Países del Sureste Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés) el próximo año muestra que ha recibido un severo golpe a su prestigio. En efecto, la decisión estuvo lejos de ser voluntaria. El líder de la Junta, el General Than Shwe se desprestigió y pronto desapareció completamente de la vista del público al grado que algunos birmanos pensaron que había muerto.
Los actores que presionaron al régimen a renunciar a la presidencia de la ASEAN no fueron los tradicionales defensores de derechos humanos de occidente sino los vecinos más cercanos a Birmania de la Asociación. Esto debe de haber hecho que el retiro fuera doblemente doloroso para los generales ya que la ASEAN había sido uno de los escudos más fuertes de la junta en contra de la presión internacional.
Para la ASEAN el episodio fue una lección de afirmación. Mostró que la presión constante funciona mejor que "el compromiso constructivo" que emprendió, sin resultado, durante los ocho años desde que Birmania se adhirió a la organización.
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