meyers2_JIM WATSONAFP via Getty Images_elonmusk Jim Watson/AFP via Getty Images

Elon Musk y Twitter, un futuro incierto

LONDRES – Tras la decisión de Elon Musk de comprar Twitter (por 44 000 millones de dólares), los comentaristas se desviven por comprender el significado que tendrá para la plataforma el «absolutismo de la libre expresión», del que la persona más rica del mundo se declara partidaria. Pero es posible que ese principio también le traiga dolores de cabeza a Musk.

Ahora que la Unión Europea y el Reino Unido se disponen a aprobar leyes tendientes a aumentar la seguridad y responsabilidad de las redes sociales, parece que Musk ha elegido un mal momento para eliminar la moderación de contenido en Twitter. Es verdad que a pesar de las amenazas de los funcionarios, Musk puede, en nombre de la libertad de expresión, dejar sin vigor las normas sobre restricción de contenido si así lo desea. Pero es posible que reconsidere su postura en cuanto comprenda que esa libertad no tardará en convertirse en más rendición de cuentas.

Hoy, Twitter prohíbe una amplia variedad de publicaciones que, sin ser ilegales, resultan cuestionables; por ejemplo, las que deseen daño a otras personas, contengan imágenes «excesivamente» violentas u «obstaculicen la experiencia de los usuarios». Y como es bien sabido, Twitter ha expulsado a usuarios de alto perfil muy polémicos como el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump. Musk quiere modificar esta política, de modo que Twitter solamente prohíba el contenido ilegal.

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