elerian140_Arne Dedertpicture alliance via Getty Images_stockmarket Arne Dedert/picture alliance via Getty Images

Domar los vientos estanflacionarios

CAMBRIDGE – Un conjunto de datos recientes sugiere que la economía global está dando señales de estanflación, esa extraña combinación al estilo de los años 1970 de inflación en alza y crecimiento en caída. Quienes lo han percibido –aunque todavía son demasiado pocos- entran en dos categorías amplias. Algunos ven el fenómeno como temporario y rápidamente reversible. Otros temen que conduzca a un período renovado de crecimiento insatisfactorio, pero esta vez con una inflación alarmantemente alta.

Pero un tercer escenario, que se nutre de estas dos visiones, bien puede ser el más factible. Es más probable que los vientos estanflacionarios sean parte de la trayectoria inminente de la economía global que una característica de su destino. Pero la manera en que los responsables de las políticas recorran esta trayectoria tendrá implicancias importantes para el bienestar económico, la cohesión social y la estabilidad financiera de más largo plazo.

La recuperación económica global tan necesitada ha venido perdiendo ímpetu recientemente en tanto el crecimiento en sus dos locomotoras principales, China y Estados Unidos, no ha alcanzado las expectativas de consenso. La variante Delta del coronavirus, más contagiosa, ha moderado el gasto en algunos sectores, como el ocio y el transporte, afectando a la vez a la producción y los embarques en otros, particularmente en la industria. La escasez de mano de obra se está volviendo más generalizada en una cantidad creciente de economías avanzadas. Si a esto le sumamos una escasez de contenedores de transporte y el reordenamiento en curso de las cadenas de suministro, no debería sorprender que los vientos de frente para una recuperación global fuerte y sostenible vengan acompañados de una inflación más alta y más persistente.

https://prosyn.org/DMQ5d2Res