mahmed3_HECTOR RETAMALAFP via Getty Images_food shortage afghanistan HECTOR RETAMALAFP via Getty Images

Salvemos a Afganistán a pesar de los talibanes

Washington D. C. – La economía afgana cae en picado. Los empleados del sector público —docentes, trabajadores de la salud, burócratas y policías— no reciben su paga, la moneda perdió un quinto de su valor y la escasez de alimentos, medicamentos y productos de consumo diario va en aumento. Incluso cuando esos productos se consiguen, muchos hogares no pueden permitírselos.

Era inevitable que la toma del poder por los talibanes y la retirada de las fuerzas estadounidenses y aliadas dejaría a la mayoría de los afganos en una peor situación económica y limitaría sus libertades personales. Aun así, pocos anticiparon la velocidad y escala de la catástrofe humanitaria en gestación.

Mientras la comunidad internacional decide cómo calibrar su respuesta —o no responder en absoluto—, la vida en Afganistán es cada vez más difícil. Ya prácticamente se agotaron los flujos de asistencia (que financiaban el 75 % del presupuesto nacional antes de que los talibanes tomaran el poder). El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial dejaron de enviarfondos considerables. El gobierno del presidente Joe Biden congeló las reservas afganas (de USD 7000 millones) en Estados Unidos. Y los bancos y empresas, por temor a infringir las sanciones, no participan ni siquiera en las actividades permitidas.

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