AMMAN – Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional ha adoptado un simple pero poderoso principio: Ningún país, por poderoso que sea, puede quitarle tierras a sus vecinos por la fuerza. Cuando Argentina invadió las Islas Malvinas en el año 1982, el mundo expresó pocas objeciones a la intervención militar del Reino Unido para retomar su territorio. Cuando Irak ocupó Kuwait en el año 1990, las Naciones Unidas autorizaron acciones militares para expulsar a los iraquís. Y, cuando Rusia anexionó a Crimea en el año 2014, la ONU impuso fuertes sanciones que permanecen vigentes en la actualidad.
AMMAN – Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional ha adoptado un simple pero poderoso principio: Ningún país, por poderoso que sea, puede quitarle tierras a sus vecinos por la fuerza. Cuando Argentina invadió las Islas Malvinas en el año 1982, el mundo expresó pocas objeciones a la intervención militar del Reino Unido para retomar su territorio. Cuando Irak ocupó Kuwait en el año 1990, las Naciones Unidas autorizaron acciones militares para expulsar a los iraquís. Y, cuando Rusia anexionó a Crimea en el año 2014, la ONU impuso fuertes sanciones que permanecen vigentes en la actualidad.