solar panel installation Robert Nickelsberg/Getty Images

Cómo movilizar capital privado para una acción climática

BEIJING – La conclusión del informe más reciente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas es cruda: la acción climática es mucho más urgente de lo que se creía anteriormente, y debe incluir un amplio rango de iniciativas, desde una mejor regulación hasta una continua innovación tecnológica. Ahora bien, sin enormes cantidades de capital “paciente” de largo plazo –que sólo pueden reunir los inversores institucionales-, será imposible transformar los sistemas de energía lo suficientemente rápido como para mitigar el riesgo de un desastre ecológico, económico y social.

Técnicamente, los inversores institucionales –como los fondos de pensión, los fondos de riqueza soberana y las compañías de seguros- tienen suficiente potencia financiera como para ocuparse del cambio climático, y algunos buscan alinear sus carteras con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS). Sólo en los países de la OCDE, los inversores institucionales controlan alrededor de 92 billones de dólares en activos. La asistencia oficial para el desarrollo cada año por parte de instituciones financieras multilaterales (IFM) y gobiernos representa apenas el 0,16% de ese monto –unos 145.000 millones de dólares.

Sin embargo, en su calidad de actores comerciales, el principal objetivo de los inversores institucionales es maximizar los retornos financieros. Aun cuando algunos purgan sus carteras de compañías con altos niveles de emisiones de carbono, por lo general consideran demasiado riesgoso invertir en nuevos proyectos de infraestructura en energía limpia, particularmente en mercados emergentes.

https://prosyn.org/IAGL1Bfes