NUEVA YORK – A principios de enero escribí que las condiciones económicas este año iban a ser tan débiles como las del 2015, que fue el peor año desde la crisis financiera mundial del 2008. Y, tal como ya ha ocurrido en varias ocasiones durante la última década, después de transcurridos unos pocos meses del año, los pronósticos más optimistas realizados por otros están siendo corregidos a la baja.
NUEVA YORK – A principios de enero escribí que las condiciones económicas este año iban a ser tan débiles como las del 2015, que fue el peor año desde la crisis financiera mundial del 2008. Y, tal como ya ha ocurrido en varias ocasiones durante la última década, después de transcurridos unos pocos meses del año, los pronósticos más optimistas realizados por otros están siendo corregidos a la baja.