STANFORD – Estados Unidos necesita una estrategia económica más clara para lidiar con la pandemia de la COVID-19. Si bien la crisis es, de muchas maneras, única, el enfoque de política económica posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 parece ser la analogía histórica más útil.
Al igual que hoy, ese episodio implicó un súbito ataque sorpresa que amenazó a toda la economía y requirió una respuesta rápida. La tarea inmediata fue cortar las fuentes de financiamiento de al Qaeda y sus colaboradores sin perturbar los flujos financieros, la actividad económica y las relaciones recíprocas necesarias para el crecimiento económico. Al final, esta estrategia resultó exitosa. La economía no se vino abajo y la Comisión del 9/11 otorgó después la única calificación «A» a la respuesta de política económica.
Contar con una estrategia es fundamental, pero igualmente importante es que la estrategia describa con precisión el problema económico a enfrentar. Debe luego ofrecer políticas de corto y largo plazo para enfrentarlo, y explicar claramente cómo esas medidas lograrán los fines deseados. Finalmente, la estrategia debe incluir un plan para orientar la implementación por los departamentos de gobierno relevantes, el sector privado y los aliados de Estados Unidos en todo el mundo.
STANFORD – Estados Unidos necesita una estrategia económica más clara para lidiar con la pandemia de la COVID-19. Si bien la crisis es, de muchas maneras, única, el enfoque de política económica posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 parece ser la analogía histórica más útil.
Al igual que hoy, ese episodio implicó un súbito ataque sorpresa que amenazó a toda la economía y requirió una respuesta rápida. La tarea inmediata fue cortar las fuentes de financiamiento de al Qaeda y sus colaboradores sin perturbar los flujos financieros, la actividad económica y las relaciones recíprocas necesarias para el crecimiento económico. Al final, esta estrategia resultó exitosa. La economía no se vino abajo y la Comisión del 9/11 otorgó después la única calificación «A» a la respuesta de política económica.
Contar con una estrategia es fundamental, pero igualmente importante es que la estrategia describa con precisión el problema económico a enfrentar. Debe luego ofrecer políticas de corto y largo plazo para enfrentarlo, y explicar claramente cómo esas medidas lograrán los fines deseados. Finalmente, la estrategia debe incluir un plan para orientar la implementación por los departamentos de gobierno relevantes, el sector privado y los aliados de Estados Unidos en todo el mundo.