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Una agenda para que en África haya empleos decentes

ABIYÁN – Pocos pensarían que los mercados laborales africanos son los más dinámicos del mundo. Y, sin embargo, según la Organización Internacional del Trabajo, los países de África tuvieron algunas de las menores tasas de desempleo en 2018. Entre ellos se encuentran Níger (0,3%), Ruanda (1%), Burundi (1,5%), Madagascar (1,7%), Togo (1,7%), Etiopia (1,8%), Tanzania (1,9%), Liberia (2%), Benín (2,1%) y Chad (2,2%).

Pero la realidad de estos países es que todos sus ciudadanos tienen que trabajar para sobrevivir, ya que los gobiernos tienen una capacidad limitada y nulo espacio fiscal para sustentar redes de seguridad social. Al mismo tiempo, las economías africanas presentan algunas de las más altas tasas de subempleo del planeta, debido a opciones de políticas erróneas, bajos niveles de productividad y un crecimiento insuficiente, a pesar del compromiso con el trabajo duro de una abundante fuerza de trabajo.

Definir el desempleo y el subempleo, y compararlos entre países, puede ser problemático en sí mismo. Según la OIT, una persona desempleada es un miembro de la fuerza laboral que no ha sido empleado durante un periodo de tiempo especificado y está disponible y buscando empleo. Los subempleados son los desempleados más aquellas personas que tienen empleos a tiempo parcial (menos de 30 horas a la semana) y desean trabajar a tiempo completo. Sin embargo, aunque la mayoría de los economistas y estadísticos africanos aceptan las definiciones oficiales de estos términos, las autoridades siguen debatiendo su significación práctica.

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