indrawati10_ Jesco Denzel Bundesregierung via Getty Images_trump g7 Jesco Denzel/Bundesregierung via Getty Images

Recuperemos el liderazgo mundial

JAKARTA – Este año, el mundo sufrió una crisis global inaudita para muchas generaciones. La pandemia de la COVID-19 no discrimina, no tiene precedentes en cuanto a su escala y dejó al descubierto debilidades omnipresentes en los sistemas de salud, la preparación para emergencias y la coordinación multilateral; aunque el problema del coronavirus es principalmente una cuestión de salud, no deja de ser una crisis multidimensional.

Debido a la gigantesca complejidad de las secuelas de la pandemia, los responsables de las políticas en todos los niveles han enfrentado desafíos sin precedentes: los gobiernos tuvieron que mantener un equilibrio entre la protección de las vidas de la gente y la de su sustento, y entre mantener el margen de maniobra fiscal y evitar mayores cargas de deuda. Durante estos tiempos extraordinarios quedó patente la elección entre velocidad, precisión y eficacia en las políticas.

Aunque la mayoría de los gobiernos nacionales respondieron a la crisis de manera general similar, la eficacia de las políticas varió mucho de un país a otro, reflejando diferencias en el liderazgo político, la capacidad institucional, los procesos para tomar decisiones y otros factores. Los sistemas sanitarios robustos e inclusivos, la preparación para emergencias y las redes de seguridad social tuvieron un papel fundamental. En el futuro, estos sistemas, junto con políticas macroeconómicas sólidas y margen de maniobra fiscal, permitirán a los países responder más rápida y eficazmente ante impactos similares.

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