elbaradei4_Universal History ArchiveUniversal Images Group via Getty Images_history third crusade Universal History Archive/Universal Images Group via Getty Images

¿Quién ataca a quién?

VIENA – El año 2020 demostró una vez más que la relación entre Occidente y el mundo árabe y musulmán todavía está enturbiada y complicada por la persistencia de recuerdos de colonización, guerras y atrocidades que se remontan a las Cruzadas y, en tiempos modernos, a la Guerra de Argelia por la independencia de Francia y a los conflictos recientes en Afganistán e Irak. Es una relación dañada por sospechas, desconfianza y resentimiento de parte de muchos (o acaso la mayoría) de los musulmanes, así como de muchos en Occidente. El exiguo conocimiento que las dos partes de la relación tienen de otras culturas no facilita la comprensión mutua; un hecho aciago cínicamente explotado por radicales (también de ambos lados).

Abundantes iniciativas recientes intentaron promover el diálogo intercultural y fomentar una comprensión más profunda entre civilizaciones y culturas, particularmente el Islam y Occidente. Lamentablemente, estas propuestas (incluida la creación en 2005 de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas) no han excedido en general el ámbito de las personas más educadas, y sus esfuerzos no han tenido efecto sobre la gente de a pie. Por el contrario, cualquier ataque o expresión extremistas se sobrepone a esas iniciativas y refuerza la idea de que hay dos culturas antitéticas trabadas en un conflicto inevitable e inmutable. La nueva polémica que se suscitó hace poco en Francia por unas caricaturas del Profeta Muhammad, y las espantosas atrocidades que le siguieron, son pruebas claras de la profunda divisoria cultural que sigue enturbiando las relaciones entre el Islam y Occidente.

¿A qué se debe esta nueva profundización de la fisura? Los musulmanes no seculares interpretaron las caricaturas en un marco estrictamente religioso, y el resultado de rabia e indignación se extendió a todo el mundo islámico, desde el norte de África hasta Indonesia. Muchos musulmanes vieron en las imágenes otro ataque deliberado y violento del mundo judeocristiano contra el Islam; una continuación de las Cruzadas por otros medios. ¿Por qué, se preguntan algunos, se permiten (o incluso alientan) ataques al Islam y a sus símbolos sagrados, mientras que las críticas a Israel o la negación del Holocausto se consideran actos de antisemitismo, incluso punibles legalmente? ¿Por qué la bandera y el himno nacional franceses están protegidos de la profanación pero no el símbolo más reverenciado de la fe islámica?

https://prosyn.org/VTyhDotes