yoon25_ Pyeongyang Press CorpsPoolGetty Images_kim moon Pyeongyang Press Corps/Pool/Getty Images

El año de vivir diplomáticamente de Corea

SEÚL – Corea del Sur probablemente soportó más turbulencia política que casi cualquier otro país en 2018. En el frente doméstico, el nuevo gobierno liberal del presidente Moon Jae-in avanzó con medidas para encarar la corrupción arraigada, e implementó políticas económicas progresistas (y acaloradamente debatidas) para favorecer a la gente de bajos ingresos. Pero estos cambios importantes se vieron opacados por la ola de disrupción proveniente del exterior. 

Pocos surcoreanos esperaban que el presidente norteamericano, Donald Trump, demostrara tal determinación a la hora de minar el orden internacional liberal de posguerra. Ese orden ha servido como un cimiento para el crecimiento económico y el desarrollo democrático de Corea desde los años 1960. Ahora que es orden está bajo amenaza, los surcoreanos se preguntan ansiosamente si Trump será un caso atípico de un solo mandato o si será un agente de cambio permanente. 

Después de la amenaza de Trump de abril de 2017 de “terminar” con el “horrible” acuerdo de libre comercio que durante una década ha respaldado una alianza estratégica con Estados Unidos que ha durado más de medio siglo, los surcoreanos se sintieron aliviados al ver que Trump y Moon firmaron un acuerdo revisado en septiembre. Aun así, la guerra comercial de la administración Trump con China seguramente le asestará un golpe económico duro a Corea del Sur.

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