Durante mucho tiempo el Banco Mundial ha proclamado su sueño de “un mundo sin pobreza”. De igual manera podría decirse que el Fondo Monetario Internacional quiere “un mundo libre de crisis financieras”. Estos son objetivos cruciales y abrumadores pero son demasiado limitados para el siglo XXI. Para seguir siendo relevantes, las instituciones de Bretton Woods deben adaptarse plenamente a las necesidades de los países emergentes, y pueden iniciar este proceso en las reuniones del FMI y del Banco Mundial que se celebrarán en Washington esta primavera.
Durante mucho tiempo el Banco Mundial ha proclamado su sueño de “un mundo sin pobreza”. De igual manera podría decirse que el Fondo Monetario Internacional quiere “un mundo libre de crisis financieras”. Estos son objetivos cruciales y abrumadores pero son demasiado limitados para el siglo XXI. Para seguir siendo relevantes, las instituciones de Bretton Woods deben adaptarse plenamente a las necesidades de los países emergentes, y pueden iniciar este proceso en las reuniones del FMI y del Banco Mundial que se celebrarán en Washington esta primavera.