WASHINGTON, DC – Nos guste o no, el mundo a nuestro alrededor cambia continuamente. Pero las recientes tendencias económicas sugieren que este cambio puede estar desplazando su dirección de manera fundamental.
Consideremos las economías avanzadas. Durante las últimas dos décadas, el crecimiento económico en esos países fue impulsado por el consumo –tan es así que la actividad económica en esos países convirtió 10 puntos porcentuales del PBI dedicados a la inversión en consumo. Como resultado, la participación del consumo en su PBI había alcanzado el 81,6 % en 2010.
| | 1990 | 2010 |
| | (En % del PBI) |
Economías avanzadas | | |
| Consumo | 76,4 | 81,6 |
| Inversión | 23,7 | 18,4 |
Economías emergentes y en vías de desarrollo | | |
| Consumo | 73,4 | 67,1 |
| Inversión | 26,0 | 30,8 |
Mientras tanto, los mercados emergentes y las economías en vías de desarrollo proporcionaron una imagen casi especular de esta tendencia, aumentando la inversión e impulsando su oferta de bienes al resto del mundo y sacrificando para ello su consumo interno. Para 2010, la participación del consumo en sus PBI había disminuido del 73,4 % al 67,1 %.
WASHINGTON, DC – Nos guste o no, el mundo a nuestro alrededor cambia continuamente. Pero las recientes tendencias económicas sugieren que este cambio puede estar desplazando su dirección de manera fundamental.
Consideremos las economías avanzadas. Durante las últimas dos décadas, el crecimiento económico en esos países fue impulsado por el consumo –tan es así que la actividad económica en esos países convirtió 10 puntos porcentuales del PBI dedicados a la inversión en consumo. Como resultado, la participación del consumo en su PBI había alcanzado el 81,6 % en 2010.
1990
2010
(En % del PBI)
Economías avanzadas
Consumo
76,4
81,6
Inversión
23,7
18,4
Economías emergentes y en vías de desarrollo
Consumo
73,4
67,1
Inversión
26,0
30,8
Mientras tanto, los mercados emergentes y las economías en vías de desarrollo proporcionaron una imagen casi especular de esta tendencia, aumentando la inversión e impulsando su oferta de bienes al resto del mundo y sacrificando para ello su consumo interno. Para 2010, la participación del consumo en sus PBI había disminuido del 73,4 % al 67,1 %.