¿Un nuevo comienzo para China y el Japón?

Edmonton -- El Presidente de China, Hu Jintao, hará una visita por todo lo alto al Japón entre el 6 y el 10 de mayo, con lo que será el segundo Jefe de Estado chino que se haya trasladado jamás a ese país. Los dos países están preparando cuidadosamente el viaje y en todo el mundo se le está prestando la mayor atención y con razón: las relaciones chino-japonesas en el pasado decenio han sido turbulentas, por no decir algo peor.

Cuando el predecesor de Hu, Jiang Zemin, visitó el Japón hace diez años, las relaciones bilaterales estaban deteriorándose: China estaba descontenta con la negativa del gobierno del Japón a presentar las mismas disculpas a China que a Corea del Sur por la agresión del pasado; el Japón estaba preocupado por una China en ascenso y que, por esa razón, se volviera más inclinada al enfrentamiento. Las crónicas de los medios japoneses de comunicación sobre la visita fueron abrumadoramente negativas y se la recordó como un desastre en materia de relaciones públicas.

Hu sucedió a Jiang en 2002, casi cuando el ex Primer Ministro Junichiro Koizumi llegaba al poder en el Japón, y alentó una “nueva concepción” de la política de China para con el Japón, que entrañaría un alejamiento de los agravios históricos y el fomento de lazos más estrechos, pero, en lugar de aceptar la rama de olivo de China, Koizumi aplicó un programa más nacionalista, incluidas las visitas anuales al templo de Yasukuni, considerado un símbolo del militarismo japonés por los vecinos del Japón. Su intransigente actitud aisló al Japón e irritó a China, a consecuencia de lo cual hubo una explosión de manifestaciones antijaponesas en China en 2005.

https://prosyn.org/dEjLZ5yes