SINGAPUR – Hace una década, en una reunión de alcaldes sudafricanos convocada por Lindiwe Hendricks, en aquel entonces ministra de Agua y Asuntos Ambientales de Sudáfrica, predijimos que una crisis de agua sin precedentes iba a afectar a una de las principales ciudades del país dentro de los siguientes 15 años, a menos que se mejoren significativamente las prácticas de gestión del agua. Hoy en día esa predicción es una realidad, ya que Ciudad del Cabo está próxima a enfrentar un cierre de su red de agua por tubería. La pregunta ahora es si los líderes del África van a permitir que otra de nuestras predicciones – que indica que dentro de los próximos 25-30 años muchas más ciudades del continente se enfrentarán a crisis similares – se materialice.
SINGAPUR – Hace una década, en una reunión de alcaldes sudafricanos convocada por Lindiwe Hendricks, en aquel entonces ministra de Agua y Asuntos Ambientales de Sudáfrica, predijimos que una crisis de agua sin precedentes iba a afectar a una de las principales ciudades del país dentro de los siguientes 15 años, a menos que se mejoren significativamente las prácticas de gestión del agua. Hoy en día esa predicción es una realidad, ya que Ciudad del Cabo está próxima a enfrentar un cierre de su red de agua por tubería. La pregunta ahora es si los líderes del África van a permitir que otra de nuestras predicciones – que indica que dentro de los próximos 25-30 años muchas más ciudades del continente se enfrentarán a crisis similares – se materialice.