BARCELONA – La crisis financiera global que estalló en 2008 transformó el papel de los bancos centrales y la escala y alcance de su instrumental de políticas. Hoy, la estabilidad financiera ha vuelto a tener un lugar preponderante en la misión de los bancos centrales; y es probable que en numerosos países ricos los tipos de interés se mantengan en un nivel nulo o incluso negativo por algún tiempo. Es decir que las acciones de los bancos centrales serán todavía más visibles y políticamente delicadas que hace una década. Y eso plantea una creciente amenaza a una de las grandes innovaciones institucionales de fines del siglo XX: la independencia de los bancos centrales.
BARCELONA – La crisis financiera global que estalló en 2008 transformó el papel de los bancos centrales y la escala y alcance de su instrumental de políticas. Hoy, la estabilidad financiera ha vuelto a tener un lugar preponderante en la misión de los bancos centrales; y es probable que en numerosos países ricos los tipos de interés se mantengan en un nivel nulo o incluso negativo por algún tiempo. Es decir que las acciones de los bancos centrales serán todavía más visibles y políticamente delicadas que hace una década. Y eso plantea una creciente amenaza a una de las grandes innovaciones institucionales de fines del siglo XX: la independencia de los bancos centrales.