willems6_ Eko Siswono ToyudhoAnadolu AgencyGetty Images_riot police press freedom Eko Siswono Toyudho/Anadolu Agency/Getty Images

Impedir la muerte del periodismo independiente

ÁMSTERDAM – Una excelente historia para la verificación de datos es el cuento de la rana hervida. En lugar de ser arrojada directamente al agua hirviendo –de la cual habría saltado al instante-, la rana es deslizada con cuidado en una cacerola con agua confortablemente tibia y luego se aumenta el calor. Para cuando la rana se da cuenta de que el agua se puso demasiado caliente, ya es demasiado tarde, y termina hervida viva. El periodismo independiente ahora puede estar enfrentando un escenario similar.

La temperatura del agua en torno a los periodistas ha venido subiendo en los últimos 15 años. Pero el calor se aumentó recientemente. Por ejemplo, sólo en 2019, la cantidad de detenciones improcedentes de periodistas subió el 12%, a un total de 389. Casi la mitad están detenidos en tres países: China, Egipto y Arabia Saudita.

Las protestas populares son particularmente riesgosas para los periodistas. En manifestaciones en Argelia, Hong Kong, Tailandia y Venezuela, los periodistas han sido sistemáticamente intimidados, acosados y atacados. En Estados Unidos, los periodistas que cubren las protestas contra la brutalidad policial y el racismo sistémico, encabezadas por el movimiento Las vidas negras importan, han enfrentado ataques indiscriminados a manos de las fuerzas del orden. El Rastreador de la libertad de prensa de Estados Unidos registró más de 900 violaciones a la libertad de prensa en lo que va de este año, que incluyen más de 177 ataques físicos.

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