COPENHAGUE – A medida que se acerca del invierno, muchos en Europa Central y del Este recuerdan los problemas causados por Rusia el invierno pasado debido a su deliberado corte del suministro de gas. Fue un duro recordatorio de que hoy el gas es el principal instrumento político del Kremlin en su búsqueda por establecer una esfera de intereses privilegiada en lo que considera como su “vecindario inmediato”. Si se permite que Moscú siga imponiendo sus reglas al suministro energético europeo, el resultado costará caro no sólo a Europa, sino también a Rusia.
COPENHAGUE – A medida que se acerca del invierno, muchos en Europa Central y del Este recuerdan los problemas causados por Rusia el invierno pasado debido a su deliberado corte del suministro de gas. Fue un duro recordatorio de que hoy el gas es el principal instrumento político del Kremlin en su búsqueda por establecer una esfera de intereses privilegiada en lo que considera como su “vecindario inmediato”. Si se permite que Moscú siga imponiendo sus reglas al suministro energético europeo, el resultado costará caro no sólo a Europa, sino también a Rusia.