CAMBRIDGE – Uno de los desafíos económicos que definen nuestro tiempo es cómo distribuir el valor generado por las tecnologías de vanguardia, como la inteligencia artificial generativa y las innovaciones recientes en biomedicina y manufactura, que dependen de un poder informático gigantesco. Para mejorar los estándares de vida, los beneficios de las tecnologías transformadoras deben compartirse de manera generalizada. Sin embargo, hasta el momento, estos beneficios han sido monopolizados por un cuadro pequeño de multimillonarios tecnológicos.
CAMBRIDGE – Uno de los desafíos económicos que definen nuestro tiempo es cómo distribuir el valor generado por las tecnologías de vanguardia, como la inteligencia artificial generativa y las innovaciones recientes en biomedicina y manufactura, que dependen de un poder informático gigantesco. Para mejorar los estándares de vida, los beneficios de las tecnologías transformadoras deben compartirse de manera generalizada. Sin embargo, hasta el momento, estos beneficios han sido monopolizados por un cuadro pequeño de multimillonarios tecnológicos.