MILÁN – La guerra en Ucrania está transformando el mapa energético de Europa. Los europeos cada vez más compran gas natural licuado (GNL) a Noruega, Qatar y Estados Unidos, así como gas natural a productores del norte de África y de Asia central, con lo cual Rusia ya no es el proveedor clave. La composición de las importaciones petroleras europeas también está cambiando ahora que están en vigencia las prohibiciones de la UE sobre petróleo crudo y productos derivados del petróleo provenientes de Rusia, por un total aproximado de 2,5 millones de barriles por día (b/d).
MILÁN – La guerra en Ucrania está transformando el mapa energético de Europa. Los europeos cada vez más compran gas natural licuado (GNL) a Noruega, Qatar y Estados Unidos, así como gas natural a productores del norte de África y de Asia central, con lo cual Rusia ya no es el proveedor clave. La composición de las importaciones petroleras europeas también está cambiando ahora que están en vigencia las prohibiciones de la UE sobre petróleo crudo y productos derivados del petróleo provenientes de Rusia, por un total aproximado de 2,5 millones de barriles por día (b/d).