NEW HAVEN – ¡Tres hurras por los bancos centrales! Esta frase puede sonar extraña cuando proviene de alguien como yo, quien desde tiempo atrás ha sido crítico de las autoridades monetarias de todo el mundo. Sin embargo, aplaudo el largamente esperado compromiso que asume la Reserva Federal de Estados Unidos con respecto a normalizar su tasa de política y su hoja de balance. Digo lo mismo sobre el Banco de Inglaterra, y sobre el reticente asentimiento del Banco Central Europeo con respecto a ir en la misma dirección. Sin embargo, el riesgo es que estos desplazamientos podrían ser demasiado poco, demasiado tarde.
NEW HAVEN – ¡Tres hurras por los bancos centrales! Esta frase puede sonar extraña cuando proviene de alguien como yo, quien desde tiempo atrás ha sido crítico de las autoridades monetarias de todo el mundo. Sin embargo, aplaudo el largamente esperado compromiso que asume la Reserva Federal de Estados Unidos con respecto a normalizar su tasa de política y su hoja de balance. Digo lo mismo sobre el Banco de Inglaterra, y sobre el reticente asentimiento del Banco Central Europeo con respecto a ir en la misma dirección. Sin embargo, el riesgo es que estos desplazamientos podrían ser demasiado poco, demasiado tarde.