MÚNICH – Tan pronto como concluyeron los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Sochi, Rusia dijo adiós al espíritu olímpico invadiendo y ocupando un país extranjero. Con su agresión contra Ucrania, el Kremlin ha violado la Carta de las Naciones Unidas, el Acta Final de Helsinki y otros acuerdos internacionales, incluidos el Memorando de Budapest sobre garantías de seguridad y el acuerdo sobre la cuenca del mar Negro, en el que se exponían con claridad cómo debían ser las relaciones de Rusia con Ucrania.
MÚNICH – Tan pronto como concluyeron los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Sochi, Rusia dijo adiós al espíritu olímpico invadiendo y ocupando un país extranjero. Con su agresión contra Ucrania, el Kremlin ha violado la Carta de las Naciones Unidas, el Acta Final de Helsinki y otros acuerdos internacionales, incluidos el Memorando de Budapest sobre garantías de seguridad y el acuerdo sobre la cuenca del mar Negro, en el que se exponían con claridad cómo debían ser las relaciones de Rusia con Ucrania.