ESTOCOLMO – Las amenazas que el mundo afronta en el siglo XXI son de naturaleza sistémica y mundial. No habrá respuestas fáciles a ninguna de ellas, pero una cosa está clara: necesitamos soluciones transformadoras y aplicables en gran escala. Las medidas graduales sólo servirán para distraer nuestra atención de la envergadura de las dificultades que afrontamos.
ESTOCOLMO – Las amenazas que el mundo afronta en el siglo XXI son de naturaleza sistémica y mundial. No habrá respuestas fáciles a ninguna de ellas, pero una cosa está clara: necesitamos soluciones transformadoras y aplicables en gran escala. Las medidas graduales sólo servirán para distraer nuestra atención de la envergadura de las dificultades que afrontamos.