WASHINGTON, DC – Imagine que usted es un internacionalista comprometido que, en un período tumultuoso de la política mundial, no termina de aceptar el resultado de una muy reñida elección presidencial estadounidense, ganada por un republicano que basó en parte su campaña en un mensaje de retirada de la política exterior, contra una demócrata que representaba la continuidad del gobierno saliente.
WASHINGTON, DC – Imagine que usted es un internacionalista comprometido que, en un período tumultuoso de la política mundial, no termina de aceptar el resultado de una muy reñida elección presidencial estadounidense, ganada por un republicano que basó en parte su campaña en un mensaje de retirada de la política exterior, contra una demócrata que representaba la continuidad del gobierno saliente.