A medida que el mundo digiere el reciente e histórico discurso del Presidente Barack Obama en El Cairo, una conclusión es clara: será necesario más que un discurso para que haya una reconciliación entre Estados Unidos y el mundo islámico, tras años de desconfianza y hostilidad. En todo caso, este fue un comienzo significativo.
A medida que el mundo digiere el reciente e histórico discurso del Presidente Barack Obama en El Cairo, una conclusión es clara: será necesario más que un discurso para que haya una reconciliación entre Estados Unidos y el mundo islámico, tras años de desconfianza y hostilidad. En todo caso, este fue un comienzo significativo.