NUEVA YORK – En lo político, el G7 y países de ideas afines se han puesto en pie de guerra para detener la agresión rusa. El presidente ruso Vladímir Putin violó el principio más fundamental del derecho internacional, al lanzar un ataque no provocado contra otro miembro de Naciones Unidas (una institución creada explícitamente para evitar esa clase de agresiones). Los peligros de buscar un apaciguamiento deberían ser obvios. Basta un mínimo de empatía para estremecernos de horror ante la mera idea de tener que vivir bajo el mandato de Putin.
NUEVA YORK – En lo político, el G7 y países de ideas afines se han puesto en pie de guerra para detener la agresión rusa. El presidente ruso Vladímir Putin violó el principio más fundamental del derecho internacional, al lanzar un ataque no provocado contra otro miembro de Naciones Unidas (una institución creada explícitamente para evitar esa clase de agresiones). Los peligros de buscar un apaciguamiento deberían ser obvios. Basta un mínimo de empatía para estremecernos de horror ante la mera idea de tener que vivir bajo el mandato de Putin.