KUALA LUMPUR – Hace cuatro años, el letal colapso de la fábrica de prendas de vestir Rana Plaza en Bangladesh dejó en evidencia las prácticas de empleo de este sector global. Habríamos esperado que la tragedia, en la que murieron más de 1100 trabajadores (el accidente más mortífero en la historia de esta industria) produjera un cambio significativo a un negocio que por largo tiempo había sido dejado a sus propios medios. Lamentablemente, lo que hemos investigado sugiere que ha ocurrido lo opuesto.
KUALA LUMPUR – Hace cuatro años, el letal colapso de la fábrica de prendas de vestir Rana Plaza en Bangladesh dejó en evidencia las prácticas de empleo de este sector global. Habríamos esperado que la tragedia, en la que murieron más de 1100 trabajadores (el accidente más mortífero en la historia de esta industria) produjera un cambio significativo a un negocio que por largo tiempo había sido dejado a sus propios medios. Lamentablemente, lo que hemos investigado sugiere que ha ocurrido lo opuesto.