NUEVA YORK – La economía del mundo está experimentando un turbulento inicio de 2016. Las bolsas de valores se desploman; las economías emergentes tambalean frente a la brusca caída de los precios de las materias primas; los flujos de refugiados están desestabilizando aún más a Europa; el crecimiento de China se desaceleró marcadamente en respuesta a la reversión de los flujos de capitales y a la sobrevaluación de su moneda; y EE. UU. sufre una parálisis política. Unos pocos funcionarios de bancos centrales luchan para mantener a la economía mundial de pie.
NUEVA YORK – La economía del mundo está experimentando un turbulento inicio de 2016. Las bolsas de valores se desploman; las economías emergentes tambalean frente a la brusca caída de los precios de las materias primas; los flujos de refugiados están desestabilizando aún más a Europa; el crecimiento de China se desaceleró marcadamente en respuesta a la reversión de los flujos de capitales y a la sobrevaluación de su moneda; y EE. UU. sufre una parálisis política. Unos pocos funcionarios de bancos centrales luchan para mantener a la economía mundial de pie.