NUEVA YORK/NOTTINGHAM – El acuerdo alcanzado el 1º de julio por 130 países para establecer un tasa global mínima de impuestos a las empresas multinacionales de al menos el 15% y de reasignar los derechos tributarios entre países representa un paso hacia adelante. Pero, en su versión actual, el acuerdo es otra oportunidad perdida de ofrecer un resultado equitativo para los países en desarrollo.
NUEVA YORK/NOTTINGHAM – El acuerdo alcanzado el 1º de julio por 130 países para establecer un tasa global mínima de impuestos a las empresas multinacionales de al menos el 15% y de reasignar los derechos tributarios entre países representa un paso hacia adelante. Pero, en su versión actual, el acuerdo es otra oportunidad perdida de ofrecer un resultado equitativo para los países en desarrollo.