palacio139_SAMEER AL-DOUMYAFP via Getty Images_EUnuclear Sameer Al-Doumy/AFP via Getty Images

Europa necesita una unión energética

MADRID – Desde la invasión no provocada de Rusia a Ucrania en febrero, los frenéticos esfuerzos de la Unión Europea para adaptar sus mercados energéticos e infraestructura a las nuevas realidades geopolíticas han ocupado los medios y los círculos políticos. Cada día trae consigo una plétora de comentarios y discusiones sobre los dilemas a los que se enfrenta Europa. Pero, tras casi diez meses, la UE sigue muy lejos de formular una política energética coherente. La reunión extraordinaria del Consejo de Energía de la UE que ha tenido lugar este lunes es un caso paradigmático: los ministros de energía de los Estados miembro no se ponían de acuerdo sobre la imposición de un tope común al precio del gas y acordaron seguir discutiendo… ¿hasta cuándo?

Cierto es que la UE ha conseguido avances este año. La brutal guerra de agresión del Kremlin contra Ucrania ha obligado a Europa -por fin- a reconocer las consecuencias de su (autoimpuesta) dependencia de la energía rusa. Dependencia agravada por un cúmulo de circunstancias: problemas en algunos gasoductos, inversión insuficiente en el sector upstream y la pérdida de la mitad de la capacidad nuclear francesa como resultado de cierres por mantenimiento imprevistos.

La respuesta inicial de la UE a la agitación del mercado energético fue caótica. Al igual que al principio de la pandemia: cada Estado miembro buscándose la vida por su cuenta. En la apresurada cacería individual de suministros alternativos, más de una vez, los Estados miembro terminaron compitiendo entre sí por los contratos.

https://prosyn.org/Xh5wqxwes