roubini174_Arvind YadavHindustan Times via Getty Images_make in india this INDRANIL MUKHERJEE/AFP via Getty Images

India, en una encrucijada

NUEVA DELHI – India va camino a convertirse en el país más importante del mundo en el mediano plazo. Tiene la población más grande (que todavía sigue creciendo) y, con un PIB per cápita de apenas una cuarta parte del de China, su economía tiene un enorme margen para registrar ganancias de productividad. Asimismo, la importancia militar y geopolítica de India no hará más que crecer, y es una democracia vibrante cuya diversidad cultural generará un poder blando para competir con Estados Unidos y el Reino Unido.

Narendra Modi, el primer ministro indio, debe recibir reconocimiento por implementar políticas que han modernizado a India y respaldado su crecimiento. Específicamente, Modi ha hecho grandes inversiones en el mercado único (inclusive a través de una desmonetización y de una importante reforma impositiva) y en infrastructura (no sólo caminos, electricidad, educación y saneamiento, sino también capacidad digital). Estas inversiones -junto con políticas industriales destinadas a acelerar la manufactura, una ventaja comparativa en tecnología y TI y un sistema de bienestar digital y personalizado- han dado lugar a un desempeño económico robusto luego de la crisis generada por el COVID-19.

Sin embargo, el modelo que ha impulsado el crecimiento de India hoy amenaza con restringirse. Los principales riesgos para las perspectivas de desarrollo de India son más micro y estructurales que macro o cíclicos. Primero, India ha pasado a un modelo económico donde unas pocas “empresas líderes nacionales” -en efecto, grandes conglomerados oligopólicos privados- controlan partes significativas de la vieja economía. Es un caso parecido al de Indonesia durante el gobierno de Suharto (1967-98), al de China bajo el régimen de Hu Jintao (2002-12) o al de Corea del Sur en los años 1990 con sus conglomerados dominantes.

https://prosyn.org/Pd3srZWes