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Un nuevo “año cero”

DAVOS – El año por delante podría ser histórico –y de una manera positiva-. Setenta y cinco años después del “año cero” original que siguió a la Segunda Guerra Mundial, una vez más tenemos la oportunidad de reconstruir. El proceso después de 1945 fue literal: construir de cero a partir de las ruinas de la guerra. Esta vez, el foco está en el mundo material, pero también en muchas cosas más. Debemos apuntar a un grado más alto de sofisticación social y crear una base sólida para el bienestar de toda la gente y del planeta.

Después de la Segunda Guerra Mundial, desarrollamos una nueva filosofía económica basada en la colaboración y la integración, siendo el bienestar material su principal objetivo. Este proyecto dio lugar a organizaciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE, así como a los acuerdos que terminarían convirtiéndose en la Organización Mundial de Comercio y la Unión Europea. El neoliberalismo –un compromiso ferviente con el libre mercado y el gobierno limitado- reinó en Occidente, donde brindó décadas de prosperidad y progreso.

Pero este modelo se desintegró. Si bien el COVID-19 asestó el golpe final, hace por lo menos dos décadas que resulta evidente que el modelo de posguerra ya no es sustentable, ni ambiental ni socialmente (debido a los niveles astronómicos de desigualdad de hoy). El historiador inglés Thomas Fuller decía que “la hora más oscura de la noche ocurre justo antes del amanecer”. Sin embargo, no podemos simplemente suponer que un año mejor seguirá a un annus horribilis que causó la mayor crisis de salud pública y la recesión más pronunciada en un siglo. Debemos actuar para que así sea.

Veo tres pilares sobre los cuales construir. Primero, 2021 podría ser el año en que lleguemos a controlar al COVID-19. Si las vacunas que se aprobaron recientemente nos permiten vencer la pandemia, deberíamos poder estimar lo que hemos aprendido de esta crisis. Si bien las vacunas pueden aportar estabilidad, no son una panacea. Al igual que un acuerdo de paz que pone fin a la devastación de la guerra, pero no la revierte, frenar la pandemia es sólo un primer paso. El mayor desafío será reparar los errores estructurales de nuestros sistemas e instituciones, muchos de los cuales no han sabido brindar la atención y los servicios necesarios a todos los que los necesitan.

Dependerá de todos nosotros garantizar que nuestros sistemas de seguridad social y atención médica sean más resilientes para la próxima generación. La pandemia nos ha recordado que no podemos aspirar solamente a un mayor PIB y mayores ganancias, suponiendo que maximizar estos indicadores automáticamente redunda en beneficio de la sociedad. No es así, razón por la cual el año próximo debe traer un “gran reinicio” en la manera en que abordamos el crecimiento económico y la gobernanza.

Segundo, 2021 será el año en que todos los gobiernos importantes, así como amplias coaliciones del sector privado, se comprometan a un objetivo de “cero neto” para las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Esto significa que, en lugar de estar atrapado en una carrera hacia el abismo, temiendo un problema continuo de “beneficiarios sin contrapartida”, el mundo puede aprovechar las ventajas de un círculo virtuoso de descarbonización.

PS Events: Climate Week NYC 2024
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PS Events: Climate Week NYC 2024

Project Syndicate is returning to Climate Week NYC with an even more expansive program. Join us live on September 22 as we welcome speakers from around the world at our studio in Manhattan to address critical dimensions of the climate debate.

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La Unión Europea ya ha acordado “convertir la neutralidad climática en 2050 en ley”, China ha prometido volverse “neutral en materia climática en 2060” y Japón ha hecho una promesa similar para 2050. Ahora que Joe Biden ha sido electo presidente, se espera que Estados Unidos vuelva a sumarse al acuerdo climático de París y apunte a un 100% de energía limpia y emisiones cero neto en 2050.

Estos compromisos representan un desarrollo histórico. China, Japón, Estados Unidos y Europa juntos responden por mucho más de la mitad de todas las emisiones de GEI y más de la mitad del PIB global. Los objetivos trazados en el acuerdo de París hoy son evidentemente alcanzables a nivel nacional y regional. Asimismo, una serie de compromisos industriales y corporativos hoy complementan los esfuerzos gubernamentales. Nunca antes el movimiento climático global ha sido tan grande y tan concreto.

Finalmente, 2021 será el año en que las empresas pasen de una orientación estrictamente de ganancias de corto plazo a estrategias que se centren más en la viabilidad a largo plazo de sus negocios, y en los intereses y aportes de todas las partes interesadas. Sin duda, los líderes empresariales adoptaron el concepto de capitalismo de partes interesadas en 2019, con la promesa de la Mesa Redonda de los Negocios y luego en el Manifiesto de Davos de 2020. Pero no tenían los medios para traducir estos compromisos de principios en objetivos mensurables e información no financiera. Las cosas cambiaron. Con el desarrollo de “Métricas de Capitalismo de Partes Interesadas” claras en 2020, todas las empresas cuentan con las herramientas que necesitan para transformar los compromisos ambientales, sociales y de gobernanza en una acción mensurable.

Una vez más, éste es un hito histórico que tendrá ramificaciones globales. Las cuatro grandes empresas de contaduría –Deloitte, EY, KPMG y PwC- contribuyeron a las nuevas métricas y ahora pueden incorporarlas en sus propios informes anuales sobre el desempeño de las empresas. Y a ellas se les sumó un conjunto de grandes instituciones financieras, desde Bank of America hasta BlackRock, que han venido defendiendo cada vez más el capitalismo de partes interesadas.

Estos tres desarrollos importantes –un renovado foco en la salud pública y la resiliencia, las promesas de cero neto y la llegada de las Métricas de Capitalismo de Partes Interesadas- garantizan que el 2021 será un nuevo “año cero”. Como después de la Segunda Guerra Mundial, ya están emplazados los ladrillos, lo que ofrece un cimiento sobre el cual construir una nueva era de bienestar mejorado, crecimiento económico inclusivo y acción climática.

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