yellen1_ BRENDAN SMIALOWSKI_AFP_via Getty Images BRENDAN SMIALOWSKI/AFP_via Getty Images

Comercio resiliente

WASHINGTON, DC – Las economías de todo el mundo se han visto sobrecargadas por los acontecimientos de los últimos tres años. La pandemia del COVID-19 se adjudicó millones de vidas y paralizó a la economía mundial. La guerra brutal de Rusia se ha cobrado una cantidad devastadora de vidas e infraestructura en Ucrania, lo que generó repercusiones sísmicas para los precios del petróleo y de los alimentos en un momento en que la economía global estaba recuperando el equilibrio.

Por sobre todas estas crisis se asoma el cambio climático. Sequías e inundaciones severas han alterado la capacidad agrícola y exacerbado la escasez de energía en todo el mundo. Estas alteraciones han resultado en una escasez grave de productos esenciales -desde madera y microprocesadores hasta alimentos y combustible-, lo que a su vez ha desacelerado el crecimiento global y contribuido a una alta inflación en muchas economías. En el mundo en desarrollo, hemos visto un incremento de la pobreza por primera vez en décadas.

En el transcurso del año pasado, la administración del presidente norteamericano, Joe Biden, ha presentado un plan económico histórico para fortalecer la resiliencia de Estados Unidos contra alteraciones costosas del suministro como las que hemos experimentado. Aquí en el país, hemos fortalecido nuestros esfuerzos para aliviar los cuellos de botella en los puertos con un monitoreo en curso de nuestras cadenas de suministro y una inversión histórica en nuestra infraestructura física. Y hemos sancionado legislación que ampliará la capacidad manufacturera doméstica en sectores medulares del siglo XXI como semiconductores y energía limpia.

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