WASHINGTON, DC – Un futuro con resiliencia climática necesita el apoyo de las finanzas públicas. Pero hasta ahora se ha prestado poca atención al desarrollo de estrategias sólidas y de largo plazo para financiar las medidas climáticas. Una ruta que a menudo se ha pasado por alto son los bancos públicos de desarrollo.
A climate-resilient future requires public finance. But strong, long-term strategies for financing climate action have, so far, received little attention. One often-overlooked route to meeting this need is public development banks.
Gran parte de la conversación sobre la financiación de este tipo de medidas se centra en los bancos multilaterales para el desarrollo. Su rol es crucial, pero son los 450 bancos de fomento del desarrollo locales, regionales, nacionales y subnacionales del mundo los que pueden impulsar políticas climáticas ambiciosas en terreno y proveer la mayor parte de su financiación global. En su conjunto, representan $2 billones en inversiones anuales, cerca del 10% de la inversión anual pública y privada del planeta. Más aún, la mayoría de estos fondos se obtienen y asignan al interior de cada país.
Much of the conversation about financing climate action focuses on multilateral development banks. Their role is crucial, but it is the world’s 450 local, regional, national, and subnational development banks that can drive ambitious climate policies on the ground and supply the bulk of global financing. Together, they account for $2 trillion in investment every year – about 10% of annual public and private investment around the world. Moreover, most of these funds are sourced and allocated domestically.
Con arraigo en las economías y sociedades en las que operan, estos bancos públicos de desarrollo son un nexo que conecta los gobiernos locales y nacionales con el sector privado. Están bien posicionados para prestar apoyo transformacional a prácticas e infraestructura sostenibles al vincular necesidades de corto plazo con objetivos de mayor plazo. En la práctica, representan la mano visible que puede movilizar y dirigir fondos hacia metas comunes que están más allá del alcance de los mercados por ahora.
Secure your copy of PS Quarterly: The Year Ahead 2025
The newest issue of our magazine, PS Quarterly: The Year Ahead 2025, is almost here. To gain digital access to all of the magazine’s content, and receive your print copy, upgrade to PS Digital Plus now at a special discounted rate.
Subscribe Now
Rooted in the economies and societies in which they operate, these public development banks form a nexus connecting national and local governments and the private sector. They are well-placed to provide transformational support for sustainable practices and infrastructure by linking short-term needs with longer-term objectives. In effect, they represent the visible hand that can mobilize and direct finance toward common goals that are beyond the reach of the market for now.
El potencial de una financiación concertada de medidas climáticas quedó de relieve en noviembre pasado, cuando todos los bancos públicos de desarrollo del planeta se reunieron en la primera Cumbre sobre las Finanzas en Común, incluido un numeroso conjunto de instituciones nacionales. Allí acordaron modificar sus estrategias, patrones de inversión y operaciones para apoyar los Objetivos Sostenidos del Milenio 2030 de las Naciones Unidas. Fue un compromiso sin precedentes por un objetivo en común.
un¡The potential for concerted financing of climate action came into focus last November when all of the world’s public development banks, including a large cohort of national institutions, gathered at the first Finance in Common Summit. There, they agreed to shift their strategies, investment patterns, and operations to support the United Nations 2030 Sustainable Development Goals. It was an unprecedented commitment to a shared objective.
Los bancos públicos de desarrollo y sus partes interesadas tienen una oportunidad de avanzar en esta agenda en la segunda Cumbre de Finanzas en Común, que se celebrará este mes en Roma en la Cassa Depositi e Prestiti como parte del programa del G20. Para aprovecharla se necesitarán varios pasos.
Public development banks and their stakeholders have a chance to advance that agenda when they meet at the second Finance in Common Summit hosted by Cassa Depositi e Prestiti and scheduled for this month in Rome as part of the G20 program. Seizing the opportunity will require several steps.
Primero, los participantes se deben asegurar de que sus mandatos prioricen la acción climática y los ODM en todos los niveles. Muchos bancos dudan a la hora de incorporar medidas climáticas en sus agendas por temor a interferir en mandatos centrados en el desarrollo o el crecimiento económico. Sin embargo, como subrayara el último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, la sostenibilidad depende de la adaptación a los efectos del cambio climático y el paso a una economía equitativa y con bajo consumo de carbono.
First, participants must ensure that their mandates prioritize climate action and the SDGs at all levels. Many banks hesitate to incorporate climate action into their agendas for fear of overstepping mandates that focus on development or economic growth. As the most recent report by the Intergovernmental Panel on Climate Change emphasized, however, sustainability depends on adapting to the effects of climate change and shifting to a low-carbon and equitable economy.
Segundo, los bancos de desarrollo deben movilizar y hacer posible la inversión para un desarrollo sostenible de otros actores públicos y privados. Hasta hoy, los bancos públicos de desarrollo se han centrado en su mayor parte en la financiación directa de proyectos, pero puedes tener un papel más transformativo si cuentan con incentivos para ayudar a reorientar inversiones de otras fuentes hacia un desarrollo sostenible. La mayoría de los miembros del Club Financiero Internacional para el Desarrollo (una red global de 26 bancos de desarrollo internacionales, regionales y nacionales) son emisores regulares de bonos verdes, sociales y de ODM, en una tendencia que está creciendo. Por ejemplo, el Banco de Desarrollo de África Occidental emitió recientemente su primer bono de sostenibilidad.
Second, development banks must mobilize and enable sustainable development investment from other public and private players. Public development banks have largely focused on the direct financing of projects, but they can play a more transformative role if they have incentives to help reorient investment from other sources toward sustainable development. The majority of the members of the International Development Finance Club (a global network of 26 international, regional, and national development banks) are regular issuers of green, social, and SDG bonds. And this trend is growing. For example, the West African Development Bank recently issued its first-ever sustainability bond.
En tercer lugar, la colaboración debería apuntar al uso estratégico de los aspectos fueres de los diferentes tipos de organizaciones financieras para el desarrollo. Aunque los bancos de desarrollo pueden implementar recursos concesionales mediante instrumentos financieros personalizados para atraer la inversión del sector privado, estos son escasos y existen principalmente en los niveles internacional y multilateral. Pero sus pares nacionales entienden las realidades en terreno. Si colaboran, pueden aprovechar estas distintas fortalezas para dirigir la inversión a caminos y oportunidades sostenibles.
Third, collaboration should make strategic use of the strengths of different types of development-finance organizations. Although development banks can deploy concessional resources through tailored financial instruments to attract private-sector investment, these resources are scarce and exist mostly at the international and multilateral level. But national development banks understand on-the-ground realities. Working together, they can leverage these different strengths to direct investment toward sustainable pathways and investment opportunities.
Se ha demostrado que este tipo de colaboración funciona bien. Algunos bancos públicos africanos, como el Banco de Comercio y Desarrollo, han estado a la vanguardia de la innovación al atraer financiación comercial de bancos locales e internacionales con la ayuda de planes de garantía y seguros ofrecidos por bancos de desarrollo multilaterales. Y una creciente cantidad de bancos de desarrollo han sido acreditados por el Fondo Verde para el Clima para el acceso directo a financiación climática internacional, acelerando así los flujos de inversión locales.
This kind of collaboration has been shown to work well. Some African public-sector banks, such as the Trade and Development Bank, have driven innovation by attracting commercial financing from both domestic and international banks with the help of guarantee and insurance schemes provided by multilateral development banks. And an increasing number of national development banks have been accredited by the Green Climate Fund for direct access to international climate finance, accelerating local investment flows.
Por último, la segunda cumbre de Finanzas en Común debiera acordar definiciones de lo que constituye un desarrollo sostenible. Los bancos públicos de desarrollo, sus gobiernos y el resto de la comunidad financiera tienen que establecer criterios comunes para la inversión. Desde ese punto, las instituciones deben hacer lo mismo para asegurarse de que la financiación sostenible no sea meramente un lavado de cara para entidades cuyas principales inversiones siguen saqueando el planeta.
Lastly, the second Finance in Common summit should agree on definitions of what constitutes sustainable finance. Public development banks, their governments, and the rest of the financial community need to establish common criteria for investment. From there, institutions must do the same to ensure that sustainable finance isn’t merely greenwashing by institutions whose main investments continue to plunder the planet.
Este enfoque concertado podría mejorar radicalmente la eficacia de las inversiones en sostenibilidad. En conjunto, los bancos nacionales públicos de desarrollo y sus socios multilaterales y privados pueden generar un cambio claro y oportuno en los lugares en que más se lo necesita, y aportar a hacer sostenible la “nueva normalidad” de las finanzas.
This coordinated approach could dramatically improve the efficacy of sustainability investments. Together, national public development banks, with multilateral and private partners, can produce clear, timely change in the places that need it most, and help make sustainability the “new normal” of finance.
Por fortuna, contamos hoy con una oportunidad única para destrabar los recursos necesarios para construir una economía pos-COVID inclusiva y sostenible. La reciente emisión, en lo que significó un hito histórico, por parte del Fondo Monetario Internacional de $650 mil millones en derechos de giro especiales (DGE, la unidad de contabilidad del Fondo) ofrece cierto margen de maniobra que no se debe desperdiciar. Parte de ellos debería canalizarse a través de bancos públicos de desarrollo, como el Bando Africano de Desarrollo (que ya es un titular “recomendado” de DGE), para liberar recursos que podrían utilizarse para fomentar una recuperación pos-COVID centrada en medidas climáticas. Esta estrategia podría tener un importante efecto de apalancamiento, en particular si se combina con las reformas arriba propuestas.
Fortunately, we now have a unique opportunity to unlock the resources needed to support an inclusive, sustainable post-COVID economy. The International Monetary Fund’s recent, historic issuance of roughly $650 billion in special drawing rights (SDRs, the Fund’s unit of account) provides some breathing room that should not be wasted. Part of this should be channeled through public development banks, such as the African Development Bank (which is already a “prescribed” holder of SDRs), to free up resources that could be used to promote a post-COVID recovery focused on climate action. This strategy could have a significant leverage effect, particularly if combined with the reforms proposed above.
La sociedad civil, los bancos públicos de desarrollo y el sector privado deben actuar hoy para movilizar el potencial de todos los bancos públicos de desarrollo y aprovechar las inversiones sin precedentes que los países están haciendo (o harán) para estimular sus economías. Si lo hacen, y se refuerza la colaboración bajo la bandera de fortalecer las finanzas sostenibles en la próxima cumbre de Finanzas en Común, estos bancos públicos de desarrollo podrán brindar medios financieros transformaciones para solucionar las crisis más urgentes que experimenta el planeta.
Civil society, public development banks, and the private sector should act now to mobilize the potential of all public development banks and take advantage of the unprecedented investments that countries are (or will be) making to stimulate their economies. If they do, and collaboration is reinforced under the banner of sustainable finance at the upcoming Finance in Common summit, then these public development banks can provide transformational financing to solve the world’s most pressing crises.
To have unlimited access to our content including in-depth commentaries, book reviews, exclusive interviews, PS OnPoint and PS The Big Picture, please subscribe
To prevent unnecessary deaths from treatable diseases, the World Health Organization must be empowered to fulfill its mandate as the leading global emergency responder. If its $7.1 billion fundraising campaign falls short, we risk being caught unprepared again when the next pandemic arrives.
calls on wealthy countries to ensure that the World Health Organization can confront emerging threats.
Not only did Donald Trump win last week’s US presidential election decisively – winning some three million more votes than his opponent, Vice President Kamala Harris – but the Republican Party he now controls gained majorities in both houses on Congress. Given the far-reaching implications of this result – for both US democracy and global stability – understanding how it came about is essential.
Log in/Register
Please log in or register to continue. Registration is free and requires only your email address.
por Manish Bapna, Frannie Leautier y Rémy Rioux
WASHINGTON, DC – Un futuro con resiliencia climática necesita el apoyo de las finanzas públicas. Pero hasta ahora se ha prestado poca atención al desarrollo de estrategias sólidas y de largo plazo para financiar las medidas climáticas. Una ruta que a menudo se ha pasado por alto son los bancos públicos de desarrollo.
A climate-resilient future requires public finance. But strong, long-term strategies for financing climate action have, so far, received little attention. One often-overlooked route to meeting this need is public development banks.
Gran parte de la conversación sobre la financiación de este tipo de medidas se centra en los bancos multilaterales para el desarrollo. Su rol es crucial, pero son los 450 bancos de fomento del desarrollo locales, regionales, nacionales y subnacionales del mundo los que pueden impulsar políticas climáticas ambiciosas en terreno y proveer la mayor parte de su financiación global. En su conjunto, representan $2 billones en inversiones anuales, cerca del 10% de la inversión anual pública y privada del planeta. Más aún, la mayoría de estos fondos se obtienen y asignan al interior de cada país.
Much of the conversation about financing climate action focuses on multilateral development banks. Their role is crucial, but it is the world’s 450 local, regional, national, and subnational development banks that can drive ambitious climate policies on the ground and supply the bulk of global financing. Together, they account for $2 trillion in investment every year – about 10% of annual public and private investment around the world. Moreover, most of these funds are sourced and allocated domestically.
Con arraigo en las economías y sociedades en las que operan, estos bancos públicos de desarrollo son un nexo que conecta los gobiernos locales y nacionales con el sector privado. Están bien posicionados para prestar apoyo transformacional a prácticas e infraestructura sostenibles al vincular necesidades de corto plazo con objetivos de mayor plazo. En la práctica, representan la mano visible que puede movilizar y dirigir fondos hacia metas comunes que están más allá del alcance de los mercados por ahora.
Secure your copy of PS Quarterly: The Year Ahead 2025
The newest issue of our magazine, PS Quarterly: The Year Ahead 2025, is almost here. To gain digital access to all of the magazine’s content, and receive your print copy, upgrade to PS Digital Plus now at a special discounted rate.
Subscribe Now
Rooted in the economies and societies in which they operate, these public development banks form a nexus connecting national and local governments and the private sector. They are well-placed to provide transformational support for sustainable practices and infrastructure by linking short-term needs with longer-term objectives. In effect, they represent the visible hand that can mobilize and direct finance toward common goals that are beyond the reach of the market for now.
El potencial de una financiación concertada de medidas climáticas quedó de relieve en noviembre pasado, cuando todos los bancos públicos de desarrollo del planeta se reunieron en la primera Cumbre sobre las Finanzas en Común, incluido un numeroso conjunto de instituciones nacionales. Allí acordaron modificar sus estrategias, patrones de inversión y operaciones para apoyar los Objetivos Sostenidos del Milenio 2030 de las Naciones Unidas. Fue un compromiso sin precedentes por un objetivo en común.
un¡The potential for concerted financing of climate action came into focus last November when all of the world’s public development banks, including a large cohort of national institutions, gathered at the first Finance in Common Summit. There, they agreed to shift their strategies, investment patterns, and operations to support the United Nations 2030 Sustainable Development Goals. It was an unprecedented commitment to a shared objective.
Los bancos públicos de desarrollo y sus partes interesadas tienen una oportunidad de avanzar en esta agenda en la segunda Cumbre de Finanzas en Común, que se celebrará este mes en Roma en la Cassa Depositi e Prestiti como parte del programa del G20. Para aprovecharla se necesitarán varios pasos.
Public development banks and their stakeholders have a chance to advance that agenda when they meet at the second Finance in Common Summit hosted by Cassa Depositi e Prestiti and scheduled for this month in Rome as part of the G20 program. Seizing the opportunity will require several steps.
Primero, los participantes se deben asegurar de que sus mandatos prioricen la acción climática y los ODM en todos los niveles. Muchos bancos dudan a la hora de incorporar medidas climáticas en sus agendas por temor a interferir en mandatos centrados en el desarrollo o el crecimiento económico. Sin embargo, como subrayara el último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, la sostenibilidad depende de la adaptación a los efectos del cambio climático y el paso a una economía equitativa y con bajo consumo de carbono.
First, participants must ensure that their mandates prioritize climate action and the SDGs at all levels. Many banks hesitate to incorporate climate action into their agendas for fear of overstepping mandates that focus on development or economic growth. As the most recent report by the Intergovernmental Panel on Climate Change emphasized, however, sustainability depends on adapting to the effects of climate change and shifting to a low-carbon and equitable economy.
Segundo, los bancos de desarrollo deben movilizar y hacer posible la inversión para un desarrollo sostenible de otros actores públicos y privados. Hasta hoy, los bancos públicos de desarrollo se han centrado en su mayor parte en la financiación directa de proyectos, pero puedes tener un papel más transformativo si cuentan con incentivos para ayudar a reorientar inversiones de otras fuentes hacia un desarrollo sostenible. La mayoría de los miembros del Club Financiero Internacional para el Desarrollo (una red global de 26 bancos de desarrollo internacionales, regionales y nacionales) son emisores regulares de bonos verdes, sociales y de ODM, en una tendencia que está creciendo. Por ejemplo, el Banco de Desarrollo de África Occidental emitió recientemente su primer bono de sostenibilidad.
Second, development banks must mobilize and enable sustainable development investment from other public and private players. Public development banks have largely focused on the direct financing of projects, but they can play a more transformative role if they have incentives to help reorient investment from other sources toward sustainable development. The majority of the members of the International Development Finance Club (a global network of 26 international, regional, and national development banks) are regular issuers of green, social, and SDG bonds. And this trend is growing. For example, the West African Development Bank recently issued its first-ever sustainability bond.
En tercer lugar, la colaboración debería apuntar al uso estratégico de los aspectos fueres de los diferentes tipos de organizaciones financieras para el desarrollo. Aunque los bancos de desarrollo pueden implementar recursos concesionales mediante instrumentos financieros personalizados para atraer la inversión del sector privado, estos son escasos y existen principalmente en los niveles internacional y multilateral. Pero sus pares nacionales entienden las realidades en terreno. Si colaboran, pueden aprovechar estas distintas fortalezas para dirigir la inversión a caminos y oportunidades sostenibles.
Third, collaboration should make strategic use of the strengths of different types of development-finance organizations. Although development banks can deploy concessional resources through tailored financial instruments to attract private-sector investment, these resources are scarce and exist mostly at the international and multilateral level. But national development banks understand on-the-ground realities. Working together, they can leverage these different strengths to direct investment toward sustainable pathways and investment opportunities.
Se ha demostrado que este tipo de colaboración funciona bien. Algunos bancos públicos africanos, como el Banco de Comercio y Desarrollo, han estado a la vanguardia de la innovación al atraer financiación comercial de bancos locales e internacionales con la ayuda de planes de garantía y seguros ofrecidos por bancos de desarrollo multilaterales. Y una creciente cantidad de bancos de desarrollo han sido acreditados por el Fondo Verde para el Clima para el acceso directo a financiación climática internacional, acelerando así los flujos de inversión locales.
This kind of collaboration has been shown to work well. Some African public-sector banks, such as the Trade and Development Bank, have driven innovation by attracting commercial financing from both domestic and international banks with the help of guarantee and insurance schemes provided by multilateral development banks. And an increasing number of national development banks have been accredited by the Green Climate Fund for direct access to international climate finance, accelerating local investment flows.
Por último, la segunda cumbre de Finanzas en Común debiera acordar definiciones de lo que constituye un desarrollo sostenible. Los bancos públicos de desarrollo, sus gobiernos y el resto de la comunidad financiera tienen que establecer criterios comunes para la inversión. Desde ese punto, las instituciones deben hacer lo mismo para asegurarse de que la financiación sostenible no sea meramente un lavado de cara para entidades cuyas principales inversiones siguen saqueando el planeta.
Lastly, the second Finance in Common summit should agree on definitions of what constitutes sustainable finance. Public development banks, their governments, and the rest of the financial community need to establish common criteria for investment. From there, institutions must do the same to ensure that sustainable finance isn’t merely greenwashing by institutions whose main investments continue to plunder the planet.
Este enfoque concertado podría mejorar radicalmente la eficacia de las inversiones en sostenibilidad. En conjunto, los bancos nacionales públicos de desarrollo y sus socios multilaterales y privados pueden generar un cambio claro y oportuno en los lugares en que más se lo necesita, y aportar a hacer sostenible la “nueva normalidad” de las finanzas.
This coordinated approach could dramatically improve the efficacy of sustainability investments. Together, national public development banks, with multilateral and private partners, can produce clear, timely change in the places that need it most, and help make sustainability the “new normal” of finance.
Por fortuna, contamos hoy con una oportunidad única para destrabar los recursos necesarios para construir una economía pos-COVID inclusiva y sostenible. La reciente emisión, en lo que significó un hito histórico, por parte del Fondo Monetario Internacional de $650 mil millones en derechos de giro especiales (DGE, la unidad de contabilidad del Fondo) ofrece cierto margen de maniobra que no se debe desperdiciar. Parte de ellos debería canalizarse a través de bancos públicos de desarrollo, como el Bando Africano de Desarrollo (que ya es un titular “recomendado” de DGE), para liberar recursos que podrían utilizarse para fomentar una recuperación pos-COVID centrada en medidas climáticas. Esta estrategia podría tener un importante efecto de apalancamiento, en particular si se combina con las reformas arriba propuestas.
Fortunately, we now have a unique opportunity to unlock the resources needed to support an inclusive, sustainable post-COVID economy. The International Monetary Fund’s recent, historic issuance of roughly $650 billion in special drawing rights (SDRs, the Fund’s unit of account) provides some breathing room that should not be wasted. Part of this should be channeled through public development banks, such as the African Development Bank (which is already a “prescribed” holder of SDRs), to free up resources that could be used to promote a post-COVID recovery focused on climate action. This strategy could have a significant leverage effect, particularly if combined with the reforms proposed above.
La sociedad civil, los bancos públicos de desarrollo y el sector privado deben actuar hoy para movilizar el potencial de todos los bancos públicos de desarrollo y aprovechar las inversiones sin precedentes que los países están haciendo (o harán) para estimular sus economías. Si lo hacen, y se refuerza la colaboración bajo la bandera de fortalecer las finanzas sostenibles en la próxima cumbre de Finanzas en Común, estos bancos públicos de desarrollo podrán brindar medios financieros transformaciones para solucionar las crisis más urgentes que experimenta el planeta.
Civil society, public development banks, and the private sector should act now to mobilize the potential of all public development banks and take advantage of the unprecedented investments that countries are (or will be) making to stimulate their economies. If they do, and collaboration is reinforced under the banner of sustainable finance at the upcoming Finance in Common summit, then these public development banks can provide transformational financing to solve the world’s most pressing crises.
Traducido del inglés por David Meléndez Tormen