NUEVA YORK – La guerra de Rusia contra Ucrania, cuando menos, no ha salido según lo planeado. Y ahora Yevgeny Prigozhin, el jefe de la empresa militar privada Wagner Group, está escalando sus ataques públicos contra el ejército de Rusia. En un momento en que el Kremlin está reprimiendo el disenso de manera agresiva, ¿cómo logra hacer algo así?
Desde que lanzó su “operación militar especial” en febrero de 2022, el presidente Vladimir Putin ha afirmado estar detrás de diversos objetivos. Después de buscar, inicialmente, la “desnazificación” y la “desmilitarización” de toda Ucrania (adueñándose del control del país), apuntó a “liberar” la región de Donbás en el este. También ha hablado de defender las “fronteras históricas” de Rusia e insiste en que Occidente lo obligó a atacar a Ucrania.
Estos giros retóricos reflejan la dinámica del campo de batalla -en particular, la sucesión de contramarchas, errores y fallas de cálculo de las fuerzas rusas-. En pocas palabras, Putin está intentando salvar el honor. Pero Prigozhin -de quien Putin viene dependiendo cada vez más para obtener victorias en el campo de batalla- no se lo está haciendo fácil.
NUEVA YORK – La guerra de Rusia contra Ucrania, cuando menos, no ha salido según lo planeado. Y ahora Yevgeny Prigozhin, el jefe de la empresa militar privada Wagner Group, está escalando sus ataques públicos contra el ejército de Rusia. En un momento en que el Kremlin está reprimiendo el disenso de manera agresiva, ¿cómo logra hacer algo así?
Desde que lanzó su “operación militar especial” en febrero de 2022, el presidente Vladimir Putin ha afirmado estar detrás de diversos objetivos. Después de buscar, inicialmente, la “desnazificación” y la “desmilitarización” de toda Ucrania (adueñándose del control del país), apuntó a “liberar” la región de Donbás en el este. También ha hablado de defender las “fronteras históricas” de Rusia e insiste en que Occidente lo obligó a atacar a Ucrania.
Estos giros retóricos reflejan la dinámica del campo de batalla -en particular, la sucesión de contramarchas, errores y fallas de cálculo de las fuerzas rusas-. En pocas palabras, Putin está intentando salvar el honor. Pero Prigozhin -de quien Putin viene dependiendo cada vez más para obtener victorias en el campo de batalla- no se lo está haciendo fácil.