ISLAMABAD – Cualquier persona que presencie una campaña de vacunación contra la poliomielitis en Pakistán observará algo notable: en la mayoría de las zonas, la mayoría de los trabajadores sanitarios que se desplazan casa por casa para vacunar a los niños contra esta enfermedad altamente infecciosa que causa parálisis son mujeres.
Sin embargo, a pesar del enorme papel que desempeñan en la provisión de servicios de vacunación y otros servicios esenciales dirigidos a los niños de todos los rincones del país, rara vez se consulta a estas trabajadoras de primera línea sobre asuntos relacionados a las políticas sanitarias. Este año, de manera paralela a los esfuerzos que realiza Pakistán por erradicar la poliomielitis salvaje de una vez por todas, se deben incorporar al diseño del programa los aportes y comentarios de las mujeres que lideran dichos esfuerzos en el terreno. De lo contrario, no hay ninguna esperanza de éxito.
En la actualidad, la poliomielitis salvaje (una plaga que en antaño causaba parálisis irreversible, o incluso la muerte, en todo el mundo) sigue siendo endémica en sólo dos países: Afganistán y Pakistán. La vacunación es la clave para detener este virus de una vez por todas, y en Pakistán, el éxito de las campañas de vacunación depende en gran medida de las trabajadoras sanitarias. En muchas comunidades, las mujeres pueden ingresar a hogares donde los hombres no pueden y, gracias a ello, pueden desarrollar vínculos perdurables de confianza con las familias.
Décadas de avances, que reflejan el trabajo de miles de personas, nos han acercado hoy más que nunca al éxito: los casos de poliomielitis salvaje en Pakistán están en un nivel extremadamente bajo, la transmisión endémica en la actualidad está geográficamente restringida a sólo siete distritos, y diez de las 11 cepas del virus que circulaban en el año 2020 han sido eliminadas.
Un Pakistán libre de polio está a nuestro alcance, y las mujeres en primera línea nos ayudarán a cruzar la línea de meta. Consciente de esta realidad, el programa de erradicación de la poliomielitisdel país puso en marcha una iniciativa sin precedentes dirigida a escuchar a las infrarrepresentadas trabajadoras sanitarias, e implicarlas como copartícipes en el diseño de soluciones para acabar con la poliomielitis en Pakistán.
El primer paso consistió en recopilar datos a escala encuestando a una muestra representativa de más de 2.600 mujeres que trabajaban en los distritos de mayor riesgo. Ellas respondieron a preguntas sobre sus experiencias y desafíos en el terreno, incluidos las barreras para llegar a los niños durante las campañas y la administración de vacunas en los hogares, así como sus motivaciones y sus preocupaciones en materia de seguridad.
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A partir de los resultados de la encuesta, se celebraron 14 talleres presenciales en todo el país, que reunieron a cientos de trabajadoras de primera línea en sesiones de escucha específicas. Además de intercambiar historias y experiencias, las asistentes sugirieron soluciones para superar los mayores obstáculos que enfrenta la erradicación de la poliomielitis en sus distritos y compartieron sus esperanzas sobre medios de vida futuros una vez superada la poliomielitis. Los responsables del Centro Nacional de Operaciones de Emergencia (NEOC) de Pakistán (el corazón del programa antipoliomielítico del país) se comprometieron a revisar y poner en práctica los valiosos comentarios recogidos en estas sesiones estructuradas de escucha.
Tuve la suerte de asistir a uno de los talleres, y el entusiasmo en el ambiente era palpable. Mujeres conocedoras del tema, cuyo trabajo extremadamente valioso fue infravalorado durante demasiado tiempo, finalmente pudieron tomar la palabra y estaban ansiosas de ayudar a diseñar un programa más eficaz que reflejara mejor la realidad a la que ellas se enfrentan todos los días.
La importancia del mencionado ejercicio se hizo patente en las ideas creativas que estas mujeres presentaron para abordar desafíos prácticos, como por ejemplo la elección entre caminar durante horas o contratar un transporte privado en las horas pico para llegar a tiempo al trabajo. También llevaron a cabo un ejercicio de lluvia de ideas sobre cómo superar el rechazo de los padres a la vacuna contra la poliomielitis debido a ideas erróneas sobre la mejor manera de proteger a sus hijos, así como sobre la falta de respeto que muchas comunidades muestran a los trabajadores de la poliomielitis.
Esta iniciativa de diseño conjunto es sólo un ejemplo del compromiso revitalizado del gobierno pakistaní con respecto a involucrar más profundamente a las mujeres en los esfuerzos de salud pública. El NEOC, por ejemplo, creó su propio Grupo Nacional de Género, mismo que está encargado de dar voz a las mujeres que son esenciales para los esfuerzos de erradicación, comenzando con iniciativas como la aquí mencionada.
El gobierno de Pakistán fue el primero en la Iniciativa Global de la Erradicación de la Poliomielitis en lanzar un programa de este tipo, y me alienta ver que no estamos solos. Como resultado de que en la actualidad se están llevando a cabo esfuerzos similares dirigidos a escuchar y aprender de las trabajadoras de la salud en Somalia, Nigeria y otros países, un movimiento global está tomando forma. En muchos lugares, es la primera vez que las mujeres ocupan un lugar en la mesa de formulación de políticas.
A medida que el mundo se enfrenta a una histórica convergencia de varias crisis, desde el cambio climático hasta las pandemias y los conflictos bélicos persistentes, la contribución de las mujeres a la formulación de políticas es indispensable, y no sólo para mejorar la atención sanitaria. Después de pasar años interactuando con las comunidades locales para combatir los brotes y brindar servicios esenciales, estas trabajadoras de primera línea desempeñarán un papel crucial en el diseño de soluciones que van mucho más allá de la erradicación de la poliomielitis.
Aquí en Pakistán, el Grupo Nacional de Género de nuestro programa contra la poliomielitis tiene mucho trabajo por hacer. Las trabajadoras sanitarias de todo el país han propuesto cientos de soluciones para abordar los principales desafíos a los que se enfrentan, y el programa está ahora revisándolas y perfeccionándolas, y decidiendo cuáles se implementarán en los próximos meses de este año.
Miles de mujeres han alzado sus voces, y es nuestro deber llevar a cabo acciones al respecto. En el taller, entendí que el futuro de Pakistán está en sus manos. Seguir su ejemplo para perfeccionar los esfuerzos de erradicación de la poliomielitis en Pakistán es la clave para poner fin a esta enfermedad incapacitante y potencialmente mortal.
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South Korea's latest political crisis is further evidence that the 1987 constitution has outlived its usefulness. To facilitate better governance and bolster policy stability, the country must establish a new political framework that includes stronger checks on the president and fosters genuine power-sharing.
argues that breaking the cycle of political crises will require some fundamental reforms.
Among the major issues that will dominate attention in the next 12 months are the future of multilateralism, the ongoing wars in Ukraine and the Middle East, and the threats to global stability posed by geopolitical rivalries and Donald Trump’s second presidency. Advances in artificial intelligence, if regulated effectively, offer a glimmer of hope.
asked PS contributors to identify the national and global trends to look out for in the coming year.
ISLAMABAD – Cualquier persona que presencie una campaña de vacunación contra la poliomielitis en Pakistán observará algo notable: en la mayoría de las zonas, la mayoría de los trabajadores sanitarios que se desplazan casa por casa para vacunar a los niños contra esta enfermedad altamente infecciosa que causa parálisis son mujeres.
Sin embargo, a pesar del enorme papel que desempeñan en la provisión de servicios de vacunación y otros servicios esenciales dirigidos a los niños de todos los rincones del país, rara vez se consulta a estas trabajadoras de primera línea sobre asuntos relacionados a las políticas sanitarias. Este año, de manera paralela a los esfuerzos que realiza Pakistán por erradicar la poliomielitis salvaje de una vez por todas, se deben incorporar al diseño del programa los aportes y comentarios de las mujeres que lideran dichos esfuerzos en el terreno. De lo contrario, no hay ninguna esperanza de éxito.
En la actualidad, la poliomielitis salvaje (una plaga que en antaño causaba parálisis irreversible, o incluso la muerte, en todo el mundo) sigue siendo endémica en sólo dos países: Afganistán y Pakistán. La vacunación es la clave para detener este virus de una vez por todas, y en Pakistán, el éxito de las campañas de vacunación depende en gran medida de las trabajadoras sanitarias. En muchas comunidades, las mujeres pueden ingresar a hogares donde los hombres no pueden y, gracias a ello, pueden desarrollar vínculos perdurables de confianza con las familias.
Décadas de avances, que reflejan el trabajo de miles de personas, nos han acercado hoy más que nunca al éxito: los casos de poliomielitis salvaje en Pakistán están en un nivel extremadamente bajo, la transmisión endémica en la actualidad está geográficamente restringida a sólo siete distritos, y diez de las 11 cepas del virus que circulaban en el año 2020 han sido eliminadas.
Un Pakistán libre de polio está a nuestro alcance, y las mujeres en primera línea nos ayudarán a cruzar la línea de meta. Consciente de esta realidad, el programa de erradicación de la poliomielitisdel país puso en marcha una iniciativa sin precedentes dirigida a escuchar a las infrarrepresentadas trabajadoras sanitarias, e implicarlas como copartícipes en el diseño de soluciones para acabar con la poliomielitis en Pakistán.
El primer paso consistió en recopilar datos a escala encuestando a una muestra representativa de más de 2.600 mujeres que trabajaban en los distritos de mayor riesgo. Ellas respondieron a preguntas sobre sus experiencias y desafíos en el terreno, incluidos las barreras para llegar a los niños durante las campañas y la administración de vacunas en los hogares, así como sus motivaciones y sus preocupaciones en materia de seguridad.
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Tuve la suerte de asistir a uno de los talleres, y el entusiasmo en el ambiente era palpable. Mujeres conocedoras del tema, cuyo trabajo extremadamente valioso fue infravalorado durante demasiado tiempo, finalmente pudieron tomar la palabra y estaban ansiosas de ayudar a diseñar un programa más eficaz que reflejara mejor la realidad a la que ellas se enfrentan todos los días.
La importancia del mencionado ejercicio se hizo patente en las ideas creativas que estas mujeres presentaron para abordar desafíos prácticos, como por ejemplo la elección entre caminar durante horas o contratar un transporte privado en las horas pico para llegar a tiempo al trabajo. También llevaron a cabo un ejercicio de lluvia de ideas sobre cómo superar el rechazo de los padres a la vacuna contra la poliomielitis debido a ideas erróneas sobre la mejor manera de proteger a sus hijos, así como sobre la falta de respeto que muchas comunidades muestran a los trabajadores de la poliomielitis.
Esta iniciativa de diseño conjunto es sólo un ejemplo del compromiso revitalizado del gobierno pakistaní con respecto a involucrar más profundamente a las mujeres en los esfuerzos de salud pública. El NEOC, por ejemplo, creó su propio Grupo Nacional de Género, mismo que está encargado de dar voz a las mujeres que son esenciales para los esfuerzos de erradicación, comenzando con iniciativas como la aquí mencionada.
El gobierno de Pakistán fue el primero en la Iniciativa Global de la Erradicación de la Poliomielitis en lanzar un programa de este tipo, y me alienta ver que no estamos solos. Como resultado de que en la actualidad se están llevando a cabo esfuerzos similares dirigidos a escuchar y aprender de las trabajadoras de la salud en Somalia, Nigeria y otros países, un movimiento global está tomando forma. En muchos lugares, es la primera vez que las mujeres ocupan un lugar en la mesa de formulación de políticas.
A medida que el mundo se enfrenta a una histórica convergencia de varias crisis, desde el cambio climático hasta las pandemias y los conflictos bélicos persistentes, la contribución de las mujeres a la formulación de políticas es indispensable, y no sólo para mejorar la atención sanitaria. Después de pasar años interactuando con las comunidades locales para combatir los brotes y brindar servicios esenciales, estas trabajadoras de primera línea desempeñarán un papel crucial en el diseño de soluciones que van mucho más allá de la erradicación de la poliomielitis.
Aquí en Pakistán, el Grupo Nacional de Género de nuestro programa contra la poliomielitis tiene mucho trabajo por hacer. Las trabajadoras sanitarias de todo el país han propuesto cientos de soluciones para abordar los principales desafíos a los que se enfrentan, y el programa está ahora revisándolas y perfeccionándolas, y decidiendo cuáles se implementarán en los próximos meses de este año.
Miles de mujeres han alzado sus voces, y es nuestro deber llevar a cabo acciones al respecto. En el taller, entendí que el futuro de Pakistán está en sus manos. Seguir su ejemplo para perfeccionar los esfuerzos de erradicación de la poliomielitis en Pakistán es la clave para poner fin a esta enfermedad incapacitante y potencialmente mortal.
Traducción de Rocío L. Barrientos